Dos estudiantes cruzan el desierto de Marruecos con un 4L del 86 con el patrocinio de Helena Jornet #UniRaid2019

UniRaid es una gran aventura humana y solidaria para estudiantes que recorren el desierto de Marruecos en un itinerario de 9 días con turismos de más de 20 años. No es un rali ni una carrera de velocidad, UniRaid es una aventura donde los participantes tienen que completar 7 etapas navegando con un roadbook, y superando todo tipo de obstáculos, retos y pruevas, con el objetivo de cruzar Marruecos de norte a sur y entregar material solidario en distintas pequeñas aldeas del desierto. 

En esta edición han participado más de 140 equipos procedentes de Cataluña, España, Portugal y Andorra, con sus pequeños coches cargados de material solidario y de ilusión para vivir una gran aventura.

Bryan y Roger no se lo tuvieron que pensar mucho cuando se inscribieron en UniRaid 2019. En diciembre del año pasado empezaron a preparar su 4L para la aventura y los 98Kg de material solidario, entre ropa y zapatos para todas las edades, juguetes y material escolar que viajarían con ellos hacia el desierto de Marruecos. 

El 22 de febrero desembarcaron en el puerto de Tánger Med, y condujeron hasta Meknés, dónde superaron las verificaciones técnicas y administrativas antes del inicio de la UniRaid.

El entusiasmo y los nervios estaban a flor de piel: tenían por delante nueve días de aventura, emoción y retos, incluyendo una etapa nocturna y una etapa maratón con acampada libre bajo las estrellas, que añadirían un plus de dificultad al recorrido. Debían familiarizarse a navegar con el roadbook y con la brújula (¡nada de GPS!) y després superar pistas rocosas, con barro y con un poco de nieve, para poder cruzar las altas montañas del Atlas y del Col du Tichka (a más de 2000 m de altitud) y las dunas de Erg Chebbi, Erg Znaigui y Erg Ouzina. Navegación, paisajes increíbles y diversión, pero también trabajo en equipo, esfuerzo y astucia para superar las dificultades.

Bryan y Roger nos explican que ha sido una experiencia inolvidable. Es la primera vez que han estado en el continente africano y han conocido a muchisima gente, les ha encantado la comida de allí, pero lo que más les ha fascinado es el cielo, las meravillosas puestas de sol y la gran cantidad de estrellas y de estrellas fugaces que iluminaban la noches.

Durante la travesía pasaron por poblados muy pequeños, algunos con menos de 20 casas construídas con barro y paja, con gente muy amable y muy generosa aún tuviendo pocos recursos. "Además de disfrutar de esta gran experiencia, ha sido muy gratificante poder aportar nustro granito de arena".